martes, 23 de abril de 2013

Dia internacional del libro y del idioma



Hoy se celebra el dia internacional del libro y del idioma. El 23 de abril fue designado como Día Internacional del Libro y del Idioma, en conmemoración de dos grandes escritores de la historia y por sus aportes a la literatura universal.

Esta fecha coincide con el nacimiento del escritor inglés William Shakespeare en 1564, quien muere en la misma fecha a los 52 años, en 1616. También un 23 de abril, falleció Don Miguel de Cervantes, autor de Don Quijote.

Por iniciativa de la Unión Internacional de Editores, se propuso esta fecha a la Unesco, con el objetivo de fomentar la cultura y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. Propuesta que fue aprobada en París el 15 de noviembre de 1995, por lo que a partir de dicha fecha el 23 de abril es el “Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor”.

El objetivo de esta celebración es fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor.

Orígenes del libro

Los orígenes de la historia del libro se remontan a las primeras manifestaciones pictóricas de nuestros antepasados, la pintura rupestre del hombre del paleolítico. Con un simbolismo cargado de significados religiosos, estas pinturas presentaban animales, cacerías y otras escenas cotidianas del entorno natural del hombre antiguo, que trataba de dominar las fuerzas adversas de la naturaleza capturando su esencia mediante su representación.

Las primeras manifestaciones impresas fueron ideográficas. El primer escrito que se conoce se atribuye a los sumerios de Mesopotamia y es anterior al 3000 a.c. Como está escrito con caracteres ideográficos, su lectura se presta a la ambigüedad. Los egipcios dejaron documentos que proceden de unos cientos de años después y testimonian el principio de transferencia fonética (Jeroglíficos). Posteriormente, surgieron también sistemas ideo silábicos en el Egeo, el valle del Indo y China.

Otro sistema de escritura parecido data del 1300 a.C., se ha encontrado en la costa norte de la actual Siria, pero en este caso los caracteres de la escritura eran unas cuñas como las de la escritura cuneiforme de Mesopotamia. En toda la zona se escribía de forma parecida y fueron los griegos quienes tomaron su escritura de los fenicios. Dieron el último paso, pues separaron vocales de consonantes y las escribieron por separado; así se llegó a la escritura alfabética en torno al 800 a.C. El papel apareció en Egipto alrededor del 800, pero no se fabricó allí hasta el 900 (Papiro).

El papel más antiguo conservado se fabricó con trapos alrededor del año 150. Durante unos 500 años, el arte de la fabricación de papel estuvo limitado a China; en el año 610 se introdujo en Japón, y alrededor del 750 en Asia central.

La literatura en Venezuela

Los primeros escritores venezolanos de la literatura colonial fueron los cronistas de Indias, entre ellos Juan de Castellanos, Fray Pedro de Aguado y Fray Pedro Simón. Podemos también mencionar a José Oviedo y Baños, quien residió en Caracas desde los 14 años de edad, como el primer escritor criollo con un estilo clásico y realista contó la conquista y población de la Provincia de Venezuela.

Durante la revolución de la Independencia, Simón Bolívar también usó su pluma para defender y divulgar los principios republicanos, y a veces para expresar sus emociones y vivencias personales. Las creaciones literarias que marcarán pauta pertenecerán a los géneros de la prosa y la poesía de sabor neoclásico de Andrés Bello. A su lado, destaca la escritura genial de ruptura y parodia de Simón Rodríguez.

“Como amo la libertad tengo sentimientos nobles y liberales; y si suelo ser severo, es solamente con aquellos que pretenden destruirnos”, Simón Bolívar

Fue después de 1880 cuando se perfiló en Venezuela un movimiento literario de más ambiciosa inspiración. En el género narrativo, el descubrimiento del naturalismo inspiró a Tomás Michelena una novela: Débora (1884) y a Manuel Vicente Romero García, su obra Peonía (1890), primera tentativa de novela criolla integral. Otros autores dentro de la tendencia serían Gonzálo Picón Febres (El sargento Felipe, 1899), y Miguel Eduardo Pardo (Todo un pueblo).

Manuel Díaz Rodríguez, prosista y narrador de refinado lenguaje, se destaca como la figura más importante que el modernismo produjo en Venezuela. Le suceden Luis Urbaneja Achepohl, Rufino Blanco Fombona, José Rafael Pocaterra, Teresa de la Parra y Rómulo Gallegos.

Es importante mencionar a Arturo Uslar Pietri (Las lanzas Coloradas, 1931), quien se afirmó como la mayor promesa narrativa novelesca; a Enrique Bernardo Nuñez, a Julio Garmendia, a Antonio Arraiz, a Ramón Díaz Sánchez, a Guillermo Meneses, a Miguel Otero Silva. Del grupo “Contrapunto”, entre 1946 y 1949, surgen narradores destacados (Andrés Mariño Palacio, Ramón González Paredes, Héctor Mujica y otros), dueños de una información literaria más actual que los anteriores, y cuyas creaciones pretenden liberar la narrativa de los resabios del costumbrismo, del criollismo, de la temática rural, del mensaje edificante, del modo de contar lineal. Más tarde, aparece Salvador Garmendia, quien desarrolla su temática hasta consecuencias de hiperrealismo anonadante, y aborda otros espacios, entre ellos el fantástico.

También se destaca la narrativa paródica y densa de Luis Britto García, pasando por la importante obra de José Balza, un experimentador incansable, y por la de Oswaldo Trejo, atrevidamente textual. Se impone citar a Humberto Rivas Mijares y a Gustavo Díaz Solis, a Pedro Berroeta, a Oscar Guaramato, a Antonio Márquez Salas, a Alfredo Armas Alfonzo, Manuel Trujillo, Orlando Araujo y a Adriano González León, la gran promesa del grupo Sardio y de la generación de 1960.

Algunos escritores venezolanos reconocidos a escala mundial

Rómulo Gallegos fue un novelista y político venezolano. Se le ha considerado como el novelista venezolano más relevante del siglo XX y uno de los más grandes literatos latinoamericanos de todos los tiempos, algunas de sus novelas como Doña Bárbara han pasado a convertirse en clásicos de la literatura hispanoamericana.

Una de sus escritos más famosos fue el de Doña Bárbara una novela publicada en 1929. Ha sido reeditada más de cuarenta veces y traducida a otros idiomas. Consta de tres partes y se desarrolla en la sabana del Apure, región del Arauca.

Fragmento de la novela Doña Bárbara: ” La llanura es bella y terrible a la vez; en ella caben holgadamente, hermosa vida y muerte atroz; Esta acecha por todas partes, pero allí nadie le teme” (…)

Teresa de La Parra fue una escritora venezolana, considerada una de las mujeres y escritoras más destacadas de su época. Sus primeros cuentos, de corte fantástico, datan de cuando tiene 26 años.

Una de sus novelas más reconocidas fue la de Memorias de Mamá Blanca, publicada en 1929, considerada un clásico de la literatura hispanoamericana, constituye la primera gran novela de evocación de la literatura venezolana.

Fragmento de la novela Memorias de Mamá Blanca: ” Mamá tenía razón: debemos alojar los recuerdos en nosotros mismos sin volver nunca a posarlos imprudentes sobre las cosas y seres que van variando con el rodar de la vida. Los recuerdos no cambian es Ley de todo lo existente” (…)

El libro y la lectura hoy en revolución

Ya en el siglo XVI, el filósofo francés Montaigne hablaba de sus bondades: “los libros son el mejor viático que he encontrado para este humano viaje”, escribió. Entrados en el siglo XXI, los gobiernos locales y las organizaciones mundiales, reconocen el valor de promover la lectura en sus distintos formatos y de acercar los libros a todos por igual.

El gobierno revolucionario de nuestro país ha sido pionero en suscribir este compromiso. Centrado en políticas de democratización e inclusión a través de la educación liberadora y el ejercicio del pensamiento crítico.

Gracias a iniciativas publicas de promoción y difusión de la lectura y sus hábitos, así como la impresión masiva de texto y su fácil acceso, la aperturas crecientes de librerías del Estado y la realización de pequeñas y grandes ferias como la Filven; son factores que han permitido la potencializacion y el re impulso de la lectura en nuestro país. Según el Estudio del comportamiento del lector, acceso al libro y la lectura en Venezuela 2012, del Centro Nacional del Libro (Cenal), que se realizó con encuestas en hogares a 8.652 personas, en zonas urbanas y rurales bajo los criterios del Centro Regional para el Fomento del libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc), el 44% de los lectores venezolanos afirmó que “lee más que hace tres años”, 82% de los venezolanos lee hoy algún tipo de publicación y 50% de la población lee específicamente libros, En la encuesta del Cenal, 18% de las personas consultadas afirmó haber recibido un libro donado por el Estado venezolano. De ese porcentaje, 81% aseguró haberlos leído.

Sin duda alguna hoy podemos afirmar y definir al nuestro eterno comandante Hugo Chávez como uno de los grandes promotores de la lectura en toda nuestra historia. Chávez convirtió el libro en un instrumento para la reivindicación del pueblo, de su cultura, en un instrumento para la emancipación. Hoy en Venezuela hemos hecho del libro y la lectura una herramienta fundamental para la construcción de una patria libre y soberana.

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