sábado, 17 de noviembre de 2012

Conmemoran 243 años del Natalicio de Simón Rodríguez






Nace en Caracas el día 28 de octubre de 1769. Las evidencias documentales recientes hacen posible concluir que en efecto era hijo del clérigo Alejandro Carreño (1726), músico, quien llegaría a ser maestro de Capilla de la Catedral de Caracas.
Entre 1791 y 1793 Rodríguez es nombrado maestro "de primeras letras" y enseñará en la una de las tres escuelas para niños, que para esa época existían en Caracas., cobrando cien pesos anuales. En 1792  Feliciano Palacios, abuelo materno y tutor del niño Simón Bolívar, huérfano, lo envía a la escuela para que reciba sus primera enseñanzas y en 1793  S. Rodríguez contrae matrimonio con María de los Santos Ronco. 

En 1794  Dirige al Ayuntamiento de Caracas una Memoria titulada: Reflexiones sobre los defectos que vician la escuela de primeras letras en Caracas y medio de lograr su reforma por un nuevo establecimiento (19/V/94) , en la que señala la influencia perjudicial que ejercen muchos de los que se dedican por su cuenta a la enseñanza, además de los bajos sueldos que asignan a los maestros de profesión. Propone que pardos y morenos reciban enseñanza en igualdad de condiciones que los blancos, así como la creación de nuevas escuelas. Un año después el Cabildo aprueba provisionalmente el plan de reformas propuesto por S. Rodríguez, pero pasa la Memoria a la Real Audiencia.
En el año 1795 Simón Bolívar, con doce años de edad escapa de la casa de su tutor y ello da lugar a un pleito judicial para decidir quién se hará cargo de la educación del menor y de administrar su cuantiosa fortuna. La Real Audiencia autoriza que el niño Simón Bolívar reciba enseñanza y se aloje en casa de Simón Rodríguez. Dos meses después Bolívar regresa a casa de su tío y sigue concurriendo a la escuela de Rodríguez. Rechazado el proyecto por la Real Audiencia, S. Rodríguez a renuncia al cargo de "maestro de primeras letras".

En 1826 , Rodríguez funda la "Escuela Modelo de Chuquisaca" y otras semejantes en cada Departamento del país. El proyecto completo abarca la instrucción de mujeres, la dotación de empleos para los padres de los niños recogidos, el cultivo de las tierras baldías, la atención a la población indígena. Rodríguez pretendía colonizar América con sus propios habitantes, para evitar que la inmigración europea avasallara de nuevo, como lo hizo el sistema español. Quería rehabilitar la raza indígena y evitar su extinción. En el mes de junio o principios de julio renuncia por discrepancias con el presidente de Bolivia el Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre. Así explica sus motivos: "Todo lo soporté, pero no pude sufrir la desaprobación del Gobierno y mucho menos el que me reprendiesen en público [...] Yo me había ofrecido a concurrir con mis conocimientos y con mi persona a la creación de un Estado, no a someterme a formulillas, providencillas ni decretillos." Los chismes y malas interpretaciones de la conducta de S. Rodríguez, al que tildaban de impío e inmoral, tenían un trasfondo político. En 1835  Un terremoto destruye la escuela del Instituto pero Rodríguez seguirá dando sus clases en su domicilio.
En 1836 Muy enfermo y pobre reside al sur de Concepción y un señor Pradel le envía alimentos para su subsistencia. Trabaja para Pradel en un lugar llamado Monteblanco y le instala una máquina de aserrar y visita varias veces a Andrés Bello. En el año 1851 Escribe un trabajo en el que sintetiza sus ideas pedagógicas tituladas Consejos de amigo dados al Colegio de Latacunga


 A mediados de enero de 1854 desembarcan en una caleta de indígenas pescadores, cerca de Paita (extremo norte de Perú). Son auxiliados por los pescadores; Rodríguez se encuentra en extremo grado de debilidad. Así y todo Rodríguez con Gómez, amigo de su hijo, quien los acompaña, llegan a la población de Amotape donde Simón Rodríguez tiene una lenta agonía. Antes de morir hace llamar al cura del lugar y se confiesa. Muere el 28 de febrero a las once de la noche y es sepultado el día 1º de marzo. Los dos cajones de papeles y libros que Rodríguez llevaba consigo, quedaron en Guayaquil y se cree que se perdieron en el incendio ocurrido en dicha ciudad entre el 5 y el 7 de octubre de 1896. El 22 de diciembre de 1924 sus restos fueron trasladados al Panteón de los Próceres en Lima, y un siglo después de su muerte, en 1954, a Caracas al Panteón Nacional.

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