viernes, 7 de junio de 2013

4 de Junio: Fallecimiento de Antonio José de Sucre


El 4 de junio de 1830, día viernes, muy temprano por la mañana, muere asesinado el prócer venezolano Antonio José de Sucre. Había nacido el 3 de febrero de 1795, en Cumaná, hoy capital del estado Sucre. Fue una de las figuras más destacadas de la independencia suramericana. Gran Mariscal de Ayacucho. Primer presidente de Bolivia. . Su vivir fue un reto y una angustia sostenidos. Luchaba contra las humanas fallas, contra los elementos, contra las distancias. Su preocupación por los servicios, por la eficacia administrativa, llenó muchas de sus horas. Fue perenne su actividad erguida y vigilante por la disciplina y por la probidad. Castigaba sin vacilar, con rigor extremo, crímenes y corruptelas. Tenía un sentido inflexible de la justicia. Sobre todo resalta en Sucre su concepto del patriotismo americano, del honor, de la gratitud y la lealtad”. Sucre fue autor de numerosos escritos que se conservan en su mayor parte. Son cartas, arengas, informes, instrucciones, mensajes, proclamas. 

 Sucre participó desde muy joven en la gesta emancipadora de Hispanoamérica. Su conducción en la Batalla de Ayacucho le valió el título de Gran Mariscal de Ayacucho siendo considerado por Bolívar ya que este quería que Sucre fuese su sucesor. En pleno proceso de desintegración de la Gran Colombia fue enviado a Bogotá como delegado del Ecuador ante el Congreso allí reunido formando parte de la comisión encargada de negociar con el General Páez, alzado en armas. A su regreso al Ecuador, en el sendero estrecho a Cabuyal, al llegar a la Jacoba en las montañas de Berruecos, cuatro asesinos contratados por José María Obando lo esperaban furtivamente. Apolinar Morillo, Andrés Rodríguez, Juan Cruz y Juan Gregorio Rodríguez, gritaron al unísono, "General Sucre", antes de hacer fuego sin compasión alguna contra el joven General de apenas 35 años de edad. Sólo pudo oírsele decir "¡Ay balazo!", antes de sucumbir a la muerte el celebre cumanés, víctima de las intrigas y de las ambiciones.
Al conocer la noticia, Bolívar, lleno de dolor, exclama, "Santo Dios! Se ha derramado la sangre de Abel!... La bala cruel que le hirió el corazón, mató a Colombia y me quitó la vida". A lo cual agregaría en tono triste y melancólico por la pérdida de ese ser querido, "Lo han matado porque era mi sucesor". Antonio José de Sucre, era para Bolívar, la esperanza de continuar el sueño de la Gran Colombia, por lo que su vida siempre estaría en riesgo al ser conocido por la oligarquía reinante, las virtudes que mostraba éste fiel amigo del Libertador. Antonio José de Sucre, al haber sido objeto de tan horrible crimen, recibió el título del "Abel Americano" por parte de los pueblos que admiraron su obra emancipadora y en relación con la amarga frase expresada por Bolívar al conocer su deceso, situación ésta que fue inmortalizada en la Plaza de Santo Domingo de Quito en Ecuador, y en donde se representa al Mariscal Sucre, acariciado por la Musa y el Clío que escriben su nombre para la vida perdurable y eterna. Toda Venezuela y la América hispana, se recuerda la muerte del Mariscal Antonio José de Sucre como un hecho abominable en el transcurrir de la historia. No debía recibir hombre tan insigne, muerte tan poca decorosa.


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