Cada primero de mayor el mundo conmemora el Día Internacional del Trabajador, fecha que recuerda los acontecimientos originados en Estados Unidos cuando más de 350 mil obreros de esa nación realizaron acciones de calle en el año 1886, lo que originó que los manifestantes lograran que organismos internacionales promulgaran leyes orientadas a obligar que la clase empresarial estableciera las 8 horas de trabajo reglamentario. La medida se activó a partir del primero de mayo en varios países, donde el capitalismo socavaba la mano de obra de hombres y mujeres, deslegitimando sus derechos.
Antecedentes históricos
Las agotadoras jornadas laborales de 10,
12, 14 y hasta 18 horas imperaban en un gran número de países. En
Estados Unidos, que en ese momento presentaba al mundo la imagen de una
nación democrática, comenzó a expandirse el movimiento por reducir la
jornada de trabajo a ocho horas, sobre el cual la Primera Internacional,
dirigida por Marx, en su congreso de 1884, había sentenciado que “la
limitación legal de la jornada de trabajo es una condición preliminar
sin la cual han de considerarse fallidos todos los intentos ulteriores
por mejoras y por la emancipación de la clase obrera” y convirtió la
demanda general de los trabajadores norteamericanos en plataforma
general de los trabajadores en todo el mundo.
Los pronunciamientos de la trascendental
reunión proletaria penetraron en el IV Congreso de la American
Federation of Labor, efectuado en noviembre de 1884. El fracaso de las
gestiones ante las autoridades gubernamentales y patronales para
establecer las 8 horas de trabajo motivó el acuerdo de efectuar un
movimiento de huelga general cuya fecha sería el 1° de Mayo de 1886. Es
de este modo que aparece por primera vez ese día vinculado a la lucha de
los obreros por una de sus reivindicaciones más importantes.
En cumplimiento de esa propuesta,
trabajadores de más de 5 mil industrias norteamericanas se lanzaron a la
huelga. En algunos centros la demanda fue concedida, pero en otros hubo
despidos y represión policial. La prensa burguesa levantó una gran
campaña contra las masas proletarias al calificar su lucha como una
“tentativa de comunistas y vagabundos para violar el orden social”.
Para aquilatar mejor el desprecio de los
capitalistas hacia el proletariado, bastaría leer un párrafo de un
artículo periodístico del Apóstol de la independencia de Cuba, José
Martí, publicado en enero de 1888 en el diario La Nación, de Buenos
Aires: “Júzganse (los obreros) como bestias acorraladas… El juez los
sentencia”.
El primero de mayo de 1886 estalló la
huelga en Chicago cuya magnitud no tenía precedentes en el país. Los
patronos emplearon rompehuelgas acompañados por la fuerza pública que
desató una brutal represión con el saldo de seis huelguistas asesinados y
decenas de heridos y detenidos.
Tres días después, como respuesta a esos
hechos, los líderes obreros de Chicago convocaron a un mitin en el
Haymarket Square. Todo comenzó pacíficamente, pero al final la policía
tiroteó a la multitud y una bomba que explotó en esos instantes mató a 8
agentes. Las fuerzas represivas se emplearon a fondo con una masacre.
Centenares de militantes proletarios fueron encarcelados y entre ellos
se hallaban 8 dirigentes destacados, de ideología anarquista.
Sin pruebas, fueron acusados de
asesinato y tras un arbitrario proceso judicial, el 11 de noviembre de
1887 fueron ejecutados Albert Parsons, Adolph Fischer, August Spies,
George Engels y Oscar Neebe. Otro de los condenados a muerte, Louis
Ling, se suicidó en la prisión mientras que a Samuel Fielden y Michael
Schwab se les conmutó la pena por cadena perpetua.
A las víctimas de este brutal terror se les conoce como los Mártires de Chicago.
Paradojicamente en EE.UU. no se celebra
esta fecha, allí celebran la Fiesta de los que trabajan el primer lunes
de septiembre que se viene celebrando desde 1882 como propuesta del
dirigente Peter J. Mac Guire de la Central Labor Union. Esta celebración
ha sido apoyada e impulsada por los patrones y gobierno para eclipsar
sentido real del 1º de mayo.
El capitalismo y la actual situación mundial de los trabajadores
Cuando más moderno y civilizado es el
actual modelo capitalista más desempleo y trabajadores hambrientos
genera. Cuanta más riqueza se produce en el mundo moderno, más
empobrecimiento se acumula en la humanidad. Según estudios de la Organización
Internacional de Trabajo (OIT), titulado: Tendencias Mundiales del
Empleo 2013, si para el 2012 subsistían 197 millones de personas
desempleadas en el mundo, para el presente año, esta cifra se eleva 203
millones. Además, la publicación de la OIT indica que en el mundo
subsisten 397 millones de trabajadores en situación de pobreza extrema, y
otros 472 millones de trabajadores no pueden satisfacer con regularidad
sus necesidades básicas. Es decir, en el moderno mercado laboral del
siglo XXI, cerca de mil millones de trabajadores no ganan ni lo básico
para comer.
En los autoproclamados países
“desarrollados” que juzgan y sojuzgan al resto como “sub desarrollados”
son los que tienen mayores índices de desempleo. España, hoy tiene más
de 6 millones de desempleados. Francia, 3 millones. En conjunto, la zona
euro tiene 12.1% de creciente desempleo (España y Grecia tienen más del
27% de desempleo). En los EEUU, el desempleo oficial ya supera el 8%.
Mientras el Norte labra y soporta las
consecuencias de la desgracia del prepotente libre mercado laboral,
sureños países sutiles como Ecuador, Bolivia y otros, tienen controlado
el desempleo al tope del 5%. En la zona de CELAC (Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños) el desempleo no supera en mucho el 6%.
Aunque sí existen países excepciones en esta zona.
Países como Honduras o Guatemala,
obsesionados por el sistema neoliberal, que no escarmientan con las
nefastas recetas del Banco Mundial (BM) y Fondo Monetario Internacional
(FMI), condenan a su juventud a una existencia sin sentido. Cada año, en
estos países se expulsa cerca de 50 mil jóvenes al mercado laboral para
buscar trabajo que no encuentran. Técnicos y profesionales desfilan
resignados a las maquilas y a los súper mercados para ser sobre
explotados. Las grandes mayorías de campesinos e indígenas sin tierra
sobreviven resignados a ser intoxicados y esclavizados en los cultivos
de Palma Africana, Caña de Azúcar, Hule, etc. Monocultivos asesinos que
no conocen de derechos humanos, mucho menos de derechos laborales.
El 1° de Mayo en Venezuela
En Venezuela esta fecha se conmemoró por
primera vez en el año 1936, pero no fue sino hasta 1946 cuando se
decretó como día feriado y de remuneración obligatoria. A pesar de reconocerse esta fecha como
asueto, históricamente en nuestro país la clase obrera siempre fue
explotada e irrespetada, aprovechó esta fecha para marchar y luchar por
su reenvidicaciones y por el fin de la explotación.
Fue en el año 1999 cuando el Presidente
electo, Hugo Chávez, comenzó a implementar medidas a favor de la clase
trabajadora, orientando políticas asertivas que sumaron nuevos espacios
ocupacionales, brindando mejoras económicas e integrales a favor de la
clase trabajadora. Cada año los trabajadores venezolanos,
reciben aumento salarial, así mismo la nueva LOTTT es considerada una de
las más completas y avanzadas que cualquier otra a escala mundial. Es por ello que el dia 1 de mayo, al igual
que en los últimos 14 años, la masa de trabajadores socialistas marchó
en respaldo a las reivindicaciones, en defensa de la revolución y su
proyecto histórico y en defensa de sus logros conquistados en años de
lucha.
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